Era el verano de 2005, trabajaba como instructor de fitness en un gimnasio lleno de competidores dopados, viendo de primera mano un sinfín de burradas y cosas extravagantes.
Más allá de las bolsas del Mercadona llenas de fármacos que iban y venían o las jeringas que encontraba en la basura de los vestuarios, me llamaba tremendamente la atención el sinfín de «rituales vudú» y paranoias relacionados con la preparación:
- Deshidratación extrema, agua destilada, carga y descarga de sal y potasio
- Diuréticos farmacéuticos y hormonas tiroideas, compensadas con pasteles y tartas de queso
- Evitar secarse el pelo con secador porque retiene liquido
- Dietas de carne y agua, con cero carbos porque engordan
- Cargas en competición con súper alcohólicos, Pringles y Häagen-Daz
- Cardio en ayunas metido en traje de neopreno para sudar más…
- Muchas repeticiones y poco peso para definir
…y un sinfín de cosas horripilantes «que vosotros no creeríais».
Obviamente cada personaje, tenía sus propias teorías sobre cómo había que hacerlo, basada en su mediocre palmarés deportivos o en que tal o cual campeón internacional-intergaláctico de físico-fármaco-culturismo lo hacía así.

j_campos_lopez (propietario verificado) –
Muy valioso e interesante. Mucho para desgranar eso sí, ya he visto los vídeos un par de veces y recuriré a ellos cuando necesite, muchos temas muy interesantes se tocan en el curso.
Gran trabajo por parte de ECN.
Gracias.
Verónica –
Muy buen trabajo bien aplicado de fácil entendimiento y de mucho valor educativo