Si te pidiera que valoraras la genética de la siguiente evolución que me dirías.
Si ESTOY SEGURO de que muchos de vosotros pensaréis, ponerse fuerte partiendo con esa GENÉTICA ES FÁCIL.
Y es que MI HISTORIA es totalmente diferente…
Desde bien pequeño sufrí OBESIDAD MÓRBIDA, crecí con unos hábitos de alimentación para nada saludables, comía excesiva comida basura y bollería industrial.
De hecho, aun recuerdo siendo bastante pequeño, mi tío trabajaba en una empresa repartiendo dulces y muy a menudo nos traía a casa alguna caja de fosquitos. Pues bien, el recuerdo que conservo fue que una de las veces guardé una caja de fosquitos en el sótano para que nadie me quitara MI TAN PRECIADOS DULCES, podía pasar el día sin comer pero solo esperaba que eso no me faltara.
Es cuando vas creciendo cuando te das cuenta del trastorno alimentario que sufría, OBSESIÓN POR LA COMIDA no podía pasar un día sin ingerir ningún dulce…
Ya NO PARECE TAN buena “GENÉTICA”
Tenía la suerte que adoraba el fútbol, estoy seguro de que si no hubiera sido por ello el caso hubiera sido mucho más grave.
Comencé jugando desde pequeño en el Málaga, donde destacaba por la potencia con la cual le pegaba al balón, pasaba HORAS cada día solo debajo de mi casa CHUTANDO A PORTERIA, pero pronto siendo aún benjamín una rotura del aductor izquierdo me dejaría una temporada sin apenas poder jugar, mis hábitos alimenticios no mejoraron volviendo de la lesión en un estado de SOBREPESO más excesivo.
Mis entrenadores por aquel entonces me indicaron, “o pierdes peso o la siguiente temporada no podrás jugar aquí”. En aquel momento no lo entendía, creía que me marginaban por mi sobrepeso aun siendo tan pequeño, pero hoy en día le agradezco ya que probablemente este tipo de situaciones FORJABAN mi CARÁCTER para en un futuro revertir la situación.
Tuve la suerte que mi siguiente equipo fue el PUERTO MALAGUEÑO, donde conocí al que a día de hoy ha sido una de las personas que más me ha motivado, me inculco el esfuerzo haciéndome ver que con constancia podía conseguir a pesar de mi ESTADO DE FORMA jugar y disfrutar de mi pasión, el es ALBERTO un excelente jugador de fútbol, pero mejor entrenador con elevada capacidad de motivación.
Teníamos un equipo que era una piña y tuve la suerte de crecer con ellos y poco a poco, aún sin darme cuenta cambiar mi mentalidad e ir forjando mi carácter del futuro.
Tenía muchísima confianza en mí, y tengo que agradecerle enormemente en ese momento haberme inculcado tan enormes valores.
Seguí creciendo en el puerto malagueño conociendo a otros enormes entrenadores como LOLO, con el cual tuve también la suerte de comenzar a jugar a fútbol sala, MOTIVADOR incansable con una capacidad de transmitir sus energías increíbles.
Aún recuerdo sus canciones en el calentamiento donde disfrutábamos desde que poníamos un pie en el campo.
Pero vinieron los años siguientes, llegaron entrenadores donde volví a encontrarme esa limitación y donde mi peso era de nuevo una dificultad para seguir jugando, donde ya de nuevo NO CONTABAN CONMIGO.
Y entonces ese mismo verano, decidí dar un cambio RADICAL a mi vida, si apenas tenía 13 años, un niño pero que tenia clara una cosa QUERÍA SER SU MEJOR VERSIÓN.
Comenzaba el verano, terminó el colegio y me puse manos a la obra:
- Me levantaba cada día y en ayunas me iba 1 hora con la bicicleta a hacer deporte.
- Volvía tomaba mi almuerzo siempre compuesto por una elevada cantidad de verduras y carne a la plancha.
- Jugaba al fútbol durante toda la tarde y cuando no hacía series interminables de flexiones en casa.
¿RESULTADO?
Cuando volví en septiembre al colegio, los profesores me indicaban si era un niño nuevo, mi colegio donde llevaba desde los 3 años no me reconocían.
Y es que así es, del anterior ERNESTO no quedaba nada.
Había sido capaz de forjar a tan temprana edad un enorme luchador, donde solo el éxito tenía cabida y donde tenia claro que SER SU MEJOR VERSIÓN era su principal objetivo.
LA SUERTE DE MI VIDA.
Pocos años más tardes mi primo Sebastián me llevaba un verano a hacer unas pruebas, el veía en mi una persona que amaba el fútbol y que podía encajar en el perfil que buscaban en el TIRO PICHÓN.
Ahí cambio mi vida, conocí los mejores amigos de la infancia donde a día de hoy tengo la suerte de que muchos de ellos forman parte de mi equipo y puedo disfrutar de MI PASIÓN POR LOS HIERROS, demostrándoles con mi ejemplo que QUIEN QUIERE PUEDE.
Ya por aquel entonces era común que llegara a mis entrenamientos de fútbol destrozado, tras acudir al gimnasio y tratar siempre de entrenar “CON EL MÁS FUERTE QUE HUBIERA” ya que ser fuerte era mi principal objetivo.
Pero no, la verdadera suerte de aquel entonces fue conocer a JUAN JESÚS FERNÁNDEZ mencionar.
Durante el primer año juntos no vivimos los mejores momentos, mi carácter era muy difícil de llevar, toda ese “daño” que había sufrido en años anteriores me crearon una coraza donde contestaba de forma no adecuada y mi comportamiento no era ejemplar…
A pesar de ello, siempre jugaba, contaba conmigo para tratar de dar fuerza y garra al equipo ya que gracias al físico que ya había construido por aquel entonces tenía una potencial descomunal.
Pero de nuevo TODO CAMBIO, llego el año de CADETE PREFERENTE a la edad de 15 años y antes de iniciar la temporada habló conmigo y me dijo: “este año tu vas a ser el capitán”.
Para mi asombro y quizás el de todo mi equipo, pienso que el veía algo en mi que podía sacar. Veía la capacidad de liderazgo, empatía, esfuerzo…
De hecho, años más tarde el mismo me relata dos grandes recuerdos:
- En 2ª Cadete, contra la Olímpica Vitoriana, perdiendo 0-2 al descanso habló conmigo diciéndome:
“Ernesto esto lo remontamos solo si tu quieres”
Tras dar en el medio tiempo el una de sus charlas, me quedé yo con todo el equipo y recuerdo que les dije “quien salga por esa puerta al campo quiero que sea para COMERSE AL RIVAL”
Y es que el veía en mi esa capacidad de influir en el vestuario, dar la motivación que necesitaban para SALIR A COMERNOS AL RIVAL
Desde ese momento, el ya tenía claro que al siguiente año yo sería el capitán.
Por supuesto ganamos el partido con una BRUTAL REMONTADA.
- En Cadete Preferente, tras uno de los partidos más importantes de la temporada donde luchábamos por el primer puesto. Perdimos 3-0 en Estepona, al final del partido llegamos al vestuario donde todos se lamentaban de la derrota, mande a callar a todo el equipo diciéndoles “Bueno chavales mañana es lunes y mañana SALE EL SOL”.
Siempre me gustaba liderar con el ejemplo, exigirme a mi mismo al máximo para tener capacidad de EXIGIR a los demás.
Una vez finalizada aquella increíble temporada, fue al año siguiente donde me dije “tu verdadera pasión no es el fútbol, son los hierros”
En apenas unos meses dedicados solo al entrenamiento con pesas obtuve resultados increíbles. Ya por aquel entonces mi disciplina con la alimentación desde los 13 años era muy elevada, seleccionaba con minucioso detalle todas las fuentes de alimentos que ingería.
A partir de esa edad he tenido la suerte de MI PASIÓN convertirla en MI PROFESIÓN.
Dedicar todo mi tiempo a formarme y estudiar para cada día ser mejor, demostrar a mi mismo que el POTENCIAL DEL SER HUMANO es increíblemente superior a lo que nosotros imaginamos. Tenemos una capacidad de adaptación y desarrollo que es impresionante, ahora bien, NADIE VA A TRABAJAR DURO POR TI.
Finalizando me gustaría dejaros un texto que hace varios años escribí donde relato mi primer pensamiento cada día al despertar con el objetivo de “HAZ QUE LOS DÍAS CUENTEN”.
Levántate cada día con la capacidad de afrontar todos los retos.
Ten el coraje y la valentía de plantarte delante del espejo, visualizar a tu mayor rival y luchar por ser tu mejor versión.
Planifica detalladamente el camino que vas a seguir para alcanzarlo.
Y ahora… PASA A LA ACCIÓN.