«Sra. Sarcopenia…¿Por qué no se calla?»
Autor: Josean Sancho. Elite Coach ECN . @joseansancho
Son las 11 de la mañana, y en el geriátrico del pueblo, Luisa se reúne en la sala de estar con otra amiga que, como ella, ha ido a visitar a su padre o madre. A sus 50 años, madre de dos niños, presume, mientras se toma un café con leche, una tostada con mermelada y un zumo de naranja recién exprimido, que pesa lo mismo desde hace 20 años gracias a que lleva cuidándose toda la vida; además da paseos y nada un par de veces a la semana tal como le recomendó el médico para mejorar sus problemas de espalda.

Su mayor problema, ahora que le llega la menopausia, es que los dolores de espalda a nivel del cuello parece que son más frecuentes. El cuello se le agarrota y lo que antes era una leve cifosis (chepa para las amigas), se está acentuando mucho más y aunque no lo confiese…la báscula dice una cosa, pero el espejo devuelve papada, y un colgajo bajo el brazo.
Si es que son cosas de la edad– le responde Carla, más joven que ella, pero con 15 kilos más de los que desea, mira con glotonería el croissant integral que va a comerse. Mira Luisa, continúa Carla, ¡el otro día estuve en el médico y me ha dicho que he de empezar a hacer algo de deporte…! a mi edad!, ¡pero si me duelen las rodillas solo de subir las escaleras! Le voy a hacer caso e intentaré bajar algo de peso porque sino luego me riñe con los análisis y puede que hasta me apunte después de reyes al gimnasio para hacer un poco de elíptica y andar en la cinta en invierno, que creo han puesto máquinas con televisión.
Buenos días señoras, qué buen tiempo hace, ¿verdad? – Es Mariano, un exprofesor de primaria que, con inicios de alzhéimer, se desplaza por el recinto encorvado sobre un andador. Tiene 75 años, y viene a sentarse junto a Lucía quien es tres años mayor que él. Ambos se sientan uno al lado del otro separados por la rueda de la silla en la que lleva sentada dos años Lucía desde que se rompiera la última vez la cadera. Suelen pasar la tarde jugando a las cartas con Luisa y Carla, si es que están, sino juegan ellos dos solos y de paso se ponen al día sobre quién de los residentes se ha ido a visitar a San Pedro en la última semana y quién va a ser el que herede la silla de ruedas del que partió definitivamente.
Hacen de compañeros Luisa y Mariano, en las otras dos esquinas de la mesa Carla y Lucía son los rivales con los que se van a jugar un euro cada uno repartidos en monedas de dos y cinco céntimos jugando al tute.

Reparte Luisa mientras pregunta- Qué Mariano, ¿cómo va la diabetes y la hipertensión? Él responde amable, Bien, bien, con la medicación lo controlo bien, aunque ya no sé qué parte de mi cuerpo está libre del dichoso pinchazo mañanero, y el dolor de rodillas va a más, así que cualquier día me veo sentado a dos ruedas. Carla, con el último trozo de bocado en la mano, sentencia: ¡Ay Mariano, si es que al final los años son los años, y a todos nos va a pasar igual!
Puede que la leche con galletas de la merienda sentase mal a Lucía, pues algo salió de su esfínter y empezó a oler fétido. Se miraron y fingieron no darse cuenta. Lucía, nerviosa, levantó el brazo. En segundos se presentó a su lado una auxiliar a la que le pidió que se acercase para decirle algo al oído. De inmediato, la auxiliar, acompañada de otra más, se llevaron a Lucía bajo el pretexto piadoso de una medicación de última hora.

Vaya, pobre, necesitan dos personas para poderla limpiar y duchar- , se atrevió a decir Luisa. Mariano la corrigió, – no, dos no, a veces no funciona la grúa y tienen que hacerlo entre tres -.
….toc, toc, a ti que estás leyendo, esto no es un cuento, puede que las dos más jóvenes sean tu presente actual y los ancianos sean tu propio futuro. Es la realidad de todos los días en cualquier geriátrico, o que sin serlo, se ven las consecuencias de una patología…la sarcopenia, siendo sus efectos, entre otros: la falta de masa muscular que lleva a tener 3 ó 4 veces más riesgo de discapacidad, independientemente de la edad, sexo, obesidad, etc.
La Sra. Sarcopenia, se ceba más si cabe con las mujeres, no es porque en castellano lleve delante el artículo femenino “la”, sino porque simple y llanamente, en esta sociedad actual, si el varón, gracias a los múltiples inventos y maquinarias, cada vez requiere de menos esfuerzo que demande la fuerza, y también se ve afectado por ésta, la mujer prácticamente ni huele qué es el trabajo en el que la masa muscular sea claramente demandante. Ojo, compañera, estoy generalizando, que sé que hay mujeres que me doblarían la espalda vendimiando.
A donde quiero ir a parar es que, la falta de trabajo de fuerza e hipertrofia, durante las últimas décadas de la vida de una persona, lleva a ésta al precipicio catabólico de su propia masa muscular y las habilidades motrices que ésta es capaz de desarrollar. Es decir…cada vez podrás hacer menos cosas por ti misma, como subir con la compra por las escaleras a un tercer piso y al final ni ir al baño sin ayuda. Vale que, por la edad, esta pérdida no es solo inherente a la menor actividad física pues también depende de la interacción de varios factores como la pérdida de unidades motoras de la médula espinal, pérdida la calidad muscular, descenso del número de células musculares, disminución de determinadas hormonas y el estilo de vida.

Pero si bien es cierto que caminar con 70 u 80 años con un tacataca, o estar en silla de ruedas con un importante sobrepeso, o esas caídas tontas que rompen una cadera, es lo más llamativo de sus efectos, hay fisiopatologías que afectan a otros órganos y contribuyen al incremento del riesgo de enfermedades crónicas tales como la osteoporosis y la diabetes. Algo lógico, pues la densidad ósea tiene mucho que ver, entre otros factores, con la tensión mecánica que soportan los tendones que se insertan en los huesos y, por otro lado, que el músculo es el principal órgano de captación de glucosa tras meternos por la boca más de lo que debiéramos.
En resumidas cuentas, la Sra. Sarcopenia es una metomentodo. Nos vamos a tener que ver con ella sí o sí, la diferencia es cómo conseguimos hacer que hable lo menos posible, antes de ir a ver a San Pedro, Alá, o el Nirvana, pues de ello dependerá cómo viviremos los 10 o 25 últimos años de nuestras vidas.

La estrategia es sencilla, ¿por qué esperar para mandar callar a la Sra. Sarcopenia 20 ó 30 años antes? ¿Por qué no dejar en herencia a nuestro yo del futuro, unas manos con callos por la barra olímpica en vez de como huella del tacataca o la silla de ruedas? Se ha demostrado que incluso por encima de los 90 años, con un entrenamiento de fuerza de entre dos y tres días a la semana, se obtienen beneficios, y que el ejercicio de fuerza, según algunos estudios, eleva de un 30 a un 170% la potencia muscular en ancianos, y con ello se amortigua e incluso eliminan patologías clásicas de la tercera edad.
El culturismo es seguramente el deporte que más puede hacer para combatirla. Adaptado a cada individuo y objetivos, su finalidad precisamente es el desarrollo de todos los músculos de forma armoniosa. Ahora, la comunidad médica, con estudios que lo abalan, lo llaman trabajo de fuerza adaptado, yo lo llamo culturismo con cerebro.
No pienses que por hacer “pesas” te vas a poner como hulk, o que en un año vas a parecerte a los grandes campeones o campeonas, piensa que, hacer montañismo no es subir ochomiles, eso es solo la punta de quien lo practica, con el culturismo es lo mismo. Por otro lado, no creas que ir a “mantener” y usar pesos “saludables para la espalda”, es la opción perfecta. Eso solo son parches temporales que, debido a la falta de progresión y motivación, provocará que, al cabo de un año a lo sumo, lo hayas dejado. Sí, has de entrenar, desde tu nivel, pero siempre buscando progresiones, no solo estéticas, sino ganancias en la prestación atlética…dicho de otra manera, levantar más con menos esfuerzo llevándolo todo registrado.
El porqué del registro es básico, no sólo sirve para conocer el punto en el que estás, sino porque al igual que un Like en tu Facebook o Instagram, segrega sustancias que te dan “felicidad” y se refuerza el circuito neuronal primario de “recompensa”, igualmente lo hace una rutina planificada en la que eres tú el que con tu bolígrafo la completa viéndose, semanas tras semanas, cómo se cumplen los objetivos e incluso las remontadas tras los baches.
Tener 50 años, y estar “buenorra” o “mazado”, es un disfrute del presente tanto en lo físico como anímico, y es la herencia musculo esquelética para el yo del futuro, en cuyo viaje vital, se podrá disfrutar al 100% de todo y de todos.
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Por todo ello, empezar con el culturismo, o llámalo si quieres “pesas”, a los 50, seas hombre o mujer, es una inversión de futuro con intereses a corto y muy largo plazo.
¡Manda callar a la sarcopenia!
Muchas gracias por vuestra colaboración fotográfica:
Javier Gallego, 52 años Instagram @ctv881 . Dos hijos, uno de ellos con importantes necesidades de atención. Trabaja en una oficina, y se levanta a las 5:45horas. Arrastra dos importantes lesiones de sendos accidentes, una en el hombro y otra en un pie. Cuatro años de experiencia entrenando en el gimnasio, el último año y medio bajo criterios de ECN, cursando actualmente el curso de Experto de Culturismo Natural ECN. Se ha subido a la tarima por primera vez con 51 años. Fotógrafo José, (Instagram:) @momentodefotografia365.
Carolina, 46 años. (Instagram): carolina_ro_fit, (Facebook:) Carolina Ro. Tiene una hija. Experiencia de 4 años entrenando sin interrupción, mayormente fullbody con ejercicios compuestos, y 6 meses el pack INCIPIT de ECN. Es pedagoga y aficionada a la repostería. Fotografías propias.
Francisco, 53 años, (Instagram) @fjazarm . Una hija de 18 años, trabaja en una importadora de alimentos a jornada partida de 8:30 a 19:30h, y entrena seis días a la semana un día cada grupo muscular. Entrena de 21:00 a 23:00 h. Empezó a entrenar hace 5 años, los primeros dos en placas y parques con calistenia, y los últimos tres en el gimnasio. Es seguidor de la Academia de Culturismo Natural. (Fotografía propia)
Soraya, 46 años, profesora de gimnasia. Dos hijas. Trabaja como profesora, y a parte se ve en la necesidad de trabajar como camarera fines de semana. Lleva toda la vida haciendo deporte y hace tres meses empezó a entrenar bajo criterios ECN, ella es quien en el capítulo anterior de Fauna de Gimnasio, después de una serie de prensa soltaba aquello de “Hostia puta, lo que he estado haciendo hasta ahora no llegaba a un calentamiento”. (Fotografía Josean Sancho)
Sonia Janeiro, 42 años. @sonnya_fitness (instagram) Sonia JRey (Facebook) Ha subido a la tarima con esta edad en 2019. Experiencia 4 años. 3.era Clasificada categoría bikini campeonato de España WNBF 2019. 4ª Clasificada Master bikini y 11ª Bikini talla alta, Mundial New York WNBF 2019. Cursa actualmente el curso de Experto en Culturismo Natural de ECN. Fotografías: @mjmedina_photographer (Instagram) Mjose Medina (Facebook)
Basado en:
Consecuencias clínicas de la sarcopenia J. A. Serra Rexah
Servicio de Geriatría. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. versión On-line ISSN 1699-5198versión impresa ISSN 0212-1611
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112006000600007
4 comentarios
Josean, tienes un don para esto. Tu capacidad de redacción y de expresión son sublimes. Me ha gustado mucho el artículo. Te felicito.
GRACIAS TONI.
Gran artículo; cada vez salen más a la luz los efectos de entrenar la fuerza como dios manda en personas mayores… Poco a poco va haber que crear una categoría senior para concienciar de que SI se puede independientemente de la edad.
Graciass